SINTIO MUCHA
PRESION
Si hay alguna
persona que conocía todas las
interioridades del astro puertorriqueño
Roberto Clemente aquel gran día, 30 de
septiembre de 1972, que conectó el "hit"
3,000 de su gloriosa carrera en las
Grandes Ligas, esa es Vera Cristina
Zabala, su viuda.
Con ocho años de
matrimonio y tres hijos fruto de esa
unión, quién mejor que Zabala para
explicar todo lo que pasó en los días
que antecedieron el histórico hecho, que
marcó a Clemente para todos los tiempos.
"Lo más que recuerdo es cuando estábamos
en Filadelfia, había una tensión y una
presión tremenda de Roberto, y allí lo
sentaron para que llegara a Pittsburgh y
diera el 'hit' 3,000 en su parque", dijo
Zabala a PRIMERA HORA. "Roberto estaba
bien concentrado en lo que quería y
había veces que me decía que tenía que
conectar ese 'hit' ese año (1972). La
tensión de Roberto venía ya por semanas".
Después de la gira
por Filadelfia, los Piratas regresaron a
jugar en el "Three Rivers Stadium" el
viernes, 29 de septiembre, y allí
Clemente se enfrentaría al estelar Tom
Seaver. En su primer turno el
puertorriqueño conectó un batazo que muy
bien podía haberse marcado como "hit",
pero el anotador oficial, Luke Quay, le
dio error en el fildeo de Ken Boswell.
Clemente se fue en blanco en sus demás
turnos y no pudo lograr su meta ese día.
"Aunque estaba un
poco molesto por lo que había pasado (no
lograr el 'hit' 3,000 ese día 29 de
septiembre) se podía ver a Roberto
tranquilo, aunque con la presión todavía
de dar el 'hit'", manifestó Zabala,
quien se casó con Clemente el 14 de
noviembre de 1964 y procreó a Roberto
Jr., Luis Roberto y Roberto Enrique.
"Roberto me decía que tenía que conectar
ese 'hit' en esa temporada (1972), que
no podía ser para la otra (1973)".
Entonces, llegó el
sábado, 30 de septiembre, y ante 13,117
fanáticos, en su segundo turno frente al
zurdo Jon Matlack -quien ese año ganó el
premio de "Novato del Año"- Clemente
conectó un doblete entre el jardín
derecho y el central que se convirtió en
el inatrapable 3,000 de su gloriosa
carrera de 18 años. "Roberto quería
lograr la hazaña ese día, la tensión era
tremenda con cada día que pasaba. Él no
estaba dispuesto a esperar más y gracias
a Dios lo pudo lograr, fue algo bien
emocionante lo que pasó, Roberto no lo
podía creer, aunque trató siempre de
mantener la calma", explicó Zabala con
una sonrisa. "Cuando terminó todo nos
fuimos al apartamento y aunque estábamos
más tranquilos los dos -los nenes los
teníamos acá en Puerto Rico- las
llamadas no paraban y la gente que
llegaba a felicitar a Roberto y a estar
con nosotros en ese momento tan
especial", agregó.
"Pero en sí
Roberto quería lograr su 'hit' 3,000 y
todo por su familia y la gente de Puerto
Rico. Roberto siempre estaba mencionando
a sus padres, sus hijos, sus hermanos,
su fami-lia. Siempre estaba pendiente de
su familia y por eso después de que
murió yo me quedé pendiente de ellos (su
familia)", sostuvo Zabala, quien desde
la muerte de su esposo se hizo cargo de
todo lo relacionado con la Ciudad
Deportiva Roberto Clemente, que se fundó
en 1973. "Además de que nos quedamos
trabajando con lo que él quería, que era
la Ciudad Deportiva, en la que seguimos
ampliando los deportes que se brindan".
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